Técnicas fáciles para Definir tus Objetivos

Hoy te comparto técnicas fáciles para definir tus objetivos


Inventario Mental:


Si te cuesta definir tus objetivos prueba haciendo un inventario mental. Toma una hoja de papel, ponla apaisada y divídela en tres columnas:


1. En la primera columna escribe todas las cosas que estás haciendo ahora en esa área.


2. En la segunda escribe todas las cosas que deberías estar haciendo para mejorar.


3. En la última escribe todas las cosas que te gustaría hacer.


Para cada elemento de tu lista pregúntate:


1. ¿Importa? (Te importa a ti o a alguien que amas)


2. ¿Es vital? (Como el trabajo, pagar tus cuentas, etc.)


Si te cuesta responder a estas preguntas sobre un elemento en concreto, pregúntate qué sucedería si lo no hicieras ¿tendría consecuencias reales? Cualquier elemento que no supere este test aporta poco o ningún valor a tu vida. Táchalo.


Cuando acabes, seguramente te quedarán dos tipos de tareas: las que tienes que hacer sí o sí (tus responsabilidades) y las que decides hacer (es decir, tus objetivos).


Dos Cartas:


Otra forma de identificar objetivos es escribiendo dos cartas: mi vida si sigo como siempre mi vida si hago mis sueños realidad.


Lee las dos cartas y marca con un círculo los logros que te inspiren.


Luego anota esos elementos en el tema correspondiente o en tu colección de objetivos.


Si nuestros objetivos son elegidos sin consciencia, terminan siendo reactivos (reacciones instintivas a experiencias dolorosas o copia de los objetivos de alguien más) y al poco tiempo los abandonamos.


Sólo los objetivos que son coherentes con nuestro interior nos dan la dirección, finalidad y estructura necesaria para lograrlos.


Una vez que hayas definido tus objetivos, divídelos en objetivos más pequeños y en tareas que puedas hacer cada día.


Si hay tareas que te cuestan puedes hacer un registro de claridad. Divide una hoja en dos columnas. A la izquierda escribe la tarea que te cuesta y a la derecha escribe el para qué lo haces y qué te aporta.


Aunque esto no haga que disfrutes más de esas responsabilidades, les dará un sentido y eso te motivará.


Si te trabas con algún objetivo usa una meta de descanso: algo a completar en menos de dos semanas, que no esté relacionado con el proyecto que te preocupa que tenga un final bien definido.


Ejemplo: ordenar la ropa del armario. Te motivará, te hará sentir productiva y te dará fuerzas.


Los 5 porqués:


Otra forma de afrontar los retos es con la técnica de los 5 porqués que consiste en escribir el problema y preguntarnos ¿por qué? 5 veces para ver qué hay detrás de la situación. Esto nos muestra las raíces del problema o nos guía para descubrir nuevas oportunidades.


Reto: No puedo pagar el alquiler


1. ¿Por qué? Porque no tengo dinero suficiente.


2. ¿Por qué? Porque el alquiler es muy elevado.


3. ¿Por qué? Porque es un barrio bonito.


4. ¿Por qué? Porque el barrio tiene buenos vecinos, buenas negocios y restaurantes y es seguro.


5. ¿Por qué? Porque es un buen lugar para vivir.


Como siguiente paso, podría enumerar las características del barrio y ver si hay otro similar con un precio más accesible o empezar de nuevo desde el reto “No tengo suficiente dinero” Con este ejercicio puedo darme cuenta de mis valores, tomar decisiones más alineadas y entender mejor la situación.


El patito de goma:


Otra técnica muy útil frente a un problema es la del patito de goma descripta en el libro The Pragmatic Programmer. Los autores cuentan la historia de un desarrollador que soluciona problemas de código explicándoselos línea a línea a un patito de goma. Sí, sí, uno de esos para jugar en la bañera.


Puedes sentarte y escribir una carta a tu «Querido pato» contándole:


—Tu problema


—Qué es lo que no funciona


—Por qué no funciona


—Qué has intentado


—Qué no has intentado todavía


—Qué te gustaría que hubiera pasado


Mediante el proceso de comunicar cuidadosamente el problema, lo entenderás mejor y podrás encontrar la solución.


Palabras finales:


¡Reflexiona sobre tus logros, aprendizajes, fortalezas y debilidades! Cada tarea es una lección de crecimiento. ¡Reconócete y sigue adelante!


¡Espero que estas técnicas te ayuden a definir y alcanzar tus objetivos de manera consciente y efectiva!

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