El "Síndrome de la Niña Buena" es un conjunto de creencias limitantes que aprendemos en nuestra infancia sobre el lugar de la mujer en una sociedad patriarcal. Estas creencias nos llevan a priorizar las necesidades de los demás por encima de las nuestras, a reprimir nuestras emociones y a buscar la aprobación de los demás a través de la obediencia y la complacencia.
Creencias Limitantes:
- "Poner las necesidades de los demás antes que las tuyas": El patriarcado nos enseña a ser cuidadoras de todos, menos de nosotras mismas.
- "Ser buena te asegurará que te traten bien": Muchas mujeres usan la complacencia como una estrategia, pensando que los demás serán considerados con ellas porque ellas lo hacen con ellos, pero esto no siempre sucede.
- "Pensar en lo que otros piensan de ti": Las mujeres somos socializadas para preocuparnos por nuestra apariencia y reputación. Vivimos en una sociedad que nos impone estándares irreales y enfermos de belleza, lo que nos lleva a sentir que no somos dignas de ser amadas tal cual somos.
- "Tratar de ser perfecta": Muchas mujeres sienten que son apreciadas por lo que hacen, no por lo que son. Sienten que no son suficientes y que nunca lo serán. Viven comparándose y son súper críticas consigo mismas.
- "Mostrarte indefensa": Si actuamos como víctimas para que otros "vengan a salvarte", los que te ayudan sentirán que tienen derechos sobre ti, en especial el derecho de decidir por ti.
Creencias Empoderantes:
- "Mis sentimientos y necesidades son tan importantes como los de los demás": Eres responsable de cuidar de ti misma.
- "Elijo ser justa conmigo misma y demandar igualdad": Defender tus intereses no es aprovecharte, usar o abusar de otros. Es evitar que otros lo hagan contigo.
- "Conocerme y aprobarme a mí misma es más importante que la opinión de los demás": No es "como te ven, te tratan", mas bien es "como TE ves, te tratan".
- "No necesito ser perfecta para ser amada": Podemos ser perfectamente imperfectas, reales y auténticas.
- "Se siente bien ser una adulta y tomar mis propias decisiones": Tu liderazgo personal es la clave de tu empoderamiento.
Acciones para el Empoderamiento:
- Descubre la raíz de poner las necesidades de otros antes que las tuyas: Considera tu reacción ante las personas que cuidan de sí mismas ¿lo resientes? ¿te molesta? Acepta el hecho de que cuidarte no es egoísta. Es necesario. Identifica tus necesidades y toma acción para cuidar de ti misma.
- Frena el pensamiento mágico: Los demás no siempre te darán lo que reciben de ti. No delegues tu cuidado personal a otros ni dejes que se aprovechen de ti. Aprende a cuidarte y alejarte de las personas o situaciones que te dañan.
- Descubre la raíz de tu necesidad de ser aceptada por todos: Acepta que no puedes controlar lo que los demás piensen de ti. (Lo que piensen de ti, ¡tiene más que ver con ellos que contigo!) Suelta las máscaras y busca ser cada día más auténtica. Acéptate tú.
- Deja de exigirte perfección y no permitas que otros lo hagan: Trabaja con tu crítico interior y desarrolla más compasión hacia ti misma. Valora tus logros y define lo que es ser exitosa para ti.
- Deja de esperar a que alguien venga y te salve: Comienza a empoderarte y a tomar el liderazgo de tu vida. No permitas que otras personas tomen decisiones por ti, te presionen o limiten al momento de decidir.
- Busca la raíz de tu dificultad de defenderte: Considera el precio que pagas cada vez que no te defiendes. Identifica las señales de alerta y apártate de las personas o situaciones que te hagan sentir insegura. Aprende a poner límites claros. Busca ayuda si lo necesitas.
- Analiza tu relación con el enojo: ¿Qué temes que pase si te enojas? Represalias? Rechazo? Lastimar a alguien? Ser como los que te lastimaron? Perder el control? Encuentra una manera sana de gestionar y expresar tu enojo.
- Acepta la verdad de las demás personas: No eres responsable de "sacar lo bueno" ni rehabilitar a los demás. No te enamores del “potencial” de alguien. Cree en lo que te está demostrando con sus hechos.
- Acepta que no todas las personas son buenas: Comienza a discernir las intenciones de los demás. No te culpes por haber dado oportunidades a quienes no se lo merecían. Haz una lista de lo que no es negociable para ti y de las acciones que vas a tomar en caso que alguien traspase esos límites.
- Busca tu independencia: La dependencia económica es la primera razón por la que muchas mujeres se quedan en relaciones abusivas. A esta situación suele sumarse la dependencia emocional y la presión cultural y/o familiar de sostener la relación “por los hijos” o “por el qué dirán”.
Empoderamiento Diario:
Según la autora, para empoderarnos cada día más, necesitamos desarrollar las 4 C:
- Confianza: Una mujer empoderada conoce y confía en sus fortalezas, ejerce liderazgo sobre su vida y circunstancias.
- Competencia: Una mujer empoderada invierte en su desarrollo personal y busca dar su mejor versión cada día.
- Convicción: Una mujer empoderada trabaja sus creencias limitantes y las cambia por creencias potenciadoras.
- Coraje: Una mujer empoderada escucha el temor pero no permite que la limite.
Este viaje hacia la superación del "Síndrome de la Niña Buena" es un camino de transformación personal y colectiva. Al abrazar estos principios, podemos construir una vida más plena, auténtica y empoderada.