Desafiando los roles impuestos a las mujeres

¿Alguna vez te has preguntado por qué la sociedad parece encajonar a las mujeres en 2 roles básicos? Es como si nos dijeran: "Tú eres la cuidadora, la que se encarga de todo, la que está ahí para servir a los demás". O, por otro lado: "Tú eres la sex symbol, la que debe ser atractiva, la que debe despertar deseos".


Pero la realidad es mucho más compleja que eso. Estos roles esconden una profunda desigualdad y una estructura de poder que nos oprime.


La cuidadora: ¿Quién no conoce la imagen de la "esposa ideal", la que se encarga de los hijos, la casa y la comida? Se la presenta como la figura maternal perfecta, la que se dedica con amor y abnegación al cuidado de su familia. Se le atribuye un rol "noble" y se la considera esencial para el bienestar familiar. Sin embargo, detrás de esta imagen, a menudo se esconde una realidad de sobrecarga, falta de reconocimiento y explotación. La "empleada", por otro lado, se estigmatiza y se la considera una figura marginal. Su trabajo se considera "inferior" al de la "esposa", y se la ve como una mano de obra barata, fácilmente reemplazable. Se la explota con bajos salarios, largas jornadas y condiciones laborales precarias. 


El objeto sexual: La sociedad nos presenta dos caras de la moneda: la "sex symbol", la mujer idealizada que despierta fantasías y deseos, y la "prostituta", la que se reduce a un objeto para la satisfacción sexual sin más. Esta dicotomía refleja la doble moral que se aplica a las mujeres en relación con la sexualidad. La sex symbol se idealiza, pero se le permite expresar su sexualidad y ser sensual, mientras que la prostituta se estigmatiza y se la considera una figura marginal y de descarte. Esta división no solo limita la libertad sexual de las mujeres, sino que también las expone a la violencia y la discriminación.


Es hora de romper con estos roles impuestos. Es hora de desafiar las estructuras de poder que nos oprimen. Es hora de construir una sociedad donde las mujeres puedan ser libres de elegir su propio camino, sin estar limitadas por roles preestablecidos.


¿Cómo podemos desafiar estos roles y construir una sociedad más justa e igualitaria?



Es un camino largo y complejo, pero es un camino que debemos recorrer juntas.

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