¿Alguna vez te has preguntado por qué, a pesar de los avances, todavía nos encontramos luchando contra la discriminación y la violencia de género? La respuesta, aunque dolorosa, es que muchas veces, sin darnos cuenta, participamos de nuestra propia opresión.
La sociedad nos limita a través de Tres Mensajes Clave de Opresión:
- "No eres suficiente": Desde pequeñas, nos bombardean con mensajes que nos hacen creer que no somos lo suficientemente delgadas, lo suficientemente jóvenes, lo suficientemente "femeninas". Nos dicen que necesitamos cambiar para ser aceptadas, para ser valiosas.
- "Los demás saben más que tú, incluso sobre ti misma": Nos enseñan a dudar de nuestra intuición, de nuestra capacidad de tomar decisiones, de nuestra propia voz. Nos hacen creer que necesitamos la aprobación de los demás para sentirnos validadas.
- "No mereces amor o aceptación a menos que cambies y te amoldes a los estereotipos impuestos": Nos enseñan a ocultar nuestras emociones, a reprimir nuestra fuerza, a adaptarnos a un modelo que no tuvimos la oportunidad de elegir.
Desprogramando la Socialización Sexista:
La buena noticia es que podemos desprogramar la socialización sexista que hemos recibido. La clave está en alinearnos a lo que nosotras queremos ser, más allá de lo que la sociedad nos dice que "debemos" ser.
¿Cómo podemos hacerlo?
- Cuestionando los pensamientos que nos limitan: Preguntarnos constantemente: "¿De dónde viene este pensamiento? ¿Es realmente mío o me lo han inculcado?".
- Reconociendo nuestra propia valía: Celebrar nuestras fortalezas, nuestras habilidades, nuestras emociones.
- Confiando en nuestra intuición: Escuchar nuestra voz interior, permitiéndonos tomar decisiones que nos hagan sentir bien.
- Reclamando nuestro poder: Defendiendo nuestras ideas, expresando nuestras opiniones, siendo fieles a nuestras propias verdades.
Desnudar la matriz del patriarcado no es fácil. Requiere un trabajo constante de autoconocimiento, de cuestionamiento y de valentía. Pero, la recompensa es enorme: la libertad de ser nosotras mismas, sin miedo al juicio, sin necesidad de encajar en ningún molde.